distancia

23 01 2008

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Cada día estoy más convencida de que la distancia no son los kilómetros, es el tiempo que no nos vemos. Es el tiempo en que no hablamos. En que no sé de ti y tú no sabes de mí. La distancia no es espacio, es tiempo. A veces siento tan cerca gente que está tan lejos, y tan lejos a gente que está tan cerca, que me asusta ver el paso del tiempo y cómo todos nos vamos deshaciendo y haciendo a medida que van pasando los días.

Los recuerdos. Los recuerdos son momentos que ya no están y siempre hacen daño. No lo entiendo. Pero siempre hacen daño. Si son buenos, son mejor que el presente. Si son malos, revivimos el dolor. Y así, va pasando el tiempo y la distancia siempre crece si nos ponemos a recordar lo que fuimos algún día y que ya no somos. Lo que estaba y nos llenaba, pero que ya no está. «Tal vez, si se fue es porque no era para tanto, no era importante de verdad…», pensamos. Y entonces, sentimos aún más distancia. 

La distancia no es espacio. Es nuestros días vacíos sin que haya una llamada, una respuesta. Es el tiempo que ya no nos acordamos de otra persona. Y sin embargo, hoy siento cerca a gente que tengo lejos. Muy lejos. Que no puedo ver, ni puedo abrazar, pero que sé que me responderá a una llamada.

Y gente que está tan cerca, mucho más que otras veces, pero que ya no responde o no sabe responder. La distancia es el olvido de los recuerdos buenos y la dejadez de no querer seguir queriendo crear nuevos momentos que serán añorados en un futuro. Es dejar de recordar las malas experiencias y cómo las compartimos para poder seguir adelante. La distancia es seguir sin mirar a nuestro lado. O mirar y no ver nada, que es aún peor. Es mirar sólo en una dirección, la nuestra.

La distancia es olvidar que hubo un día que te sequé las lágrimas, cuando más lo necesitabas. Olvidar que hubo un día en que sólo tú me hacías reír. La distancia es que no quede nada de todo lo que un día llenó nuestras habitaciones de sueños y de una ilusión, de un motivo por el que levantarse por la mañana.

Cada día estoy más segura de que la distancia no son los kilómetros, es todo el tiempo sin vernos (el tiempo que no sabemos vernos).