Anjos do Sol

4 03 2010

Esta realidad que tenemos está llena de realidades que somos incapaces de ver. Tal vez, no queramos verla. Tal vez, nos la cuenten mal. Quizá, no les conviene contarla. Quizá, no sabemos ver más allá. O no queremos ver. Ni siquiera mirar. No entendemos el mundo. Y al verlo, así, tal cual es, duele. Duele mucho. Y es más sencillo no mirar, no ver, no imaginar, no ponerte en otra piel.

Hoy he visto una de esas películas que no pueden dejarte impasible. Una de esas películas que cuando empiezas a ver, no puedes echarte atrás. No puedes dejar de mirar. Ya has asomado la cabeza por esa ventana y no tienes más remedio que seguir mirando. Aunque no te guste nada de lo que veas a través de ella. Y cuanto más ves, más ganas tienes de saltar, de ir allí, de hacer algo. No puedes quedarte quieta. No puedes ser una espectadora más.

La película de la que hablo es Anjos do Sol, que he podido ver dentro del ciclo de cine «Trata de niños, niñas y adolescentes», organizado por Save the Children. Es una película brasileña que habla de la explotación de niñas en Brasil. Aunque esta película se inscribe dentro de un contexto concreto, también en nuestra realidad más próxima existen historias muy parecidas. Pero hacemos por no verlas.

No voy a hablar de cifras porque hablamos de millones en todo el mundo. No voy a dar datos, porque no son números, son vidas. Sigo sin entender en qué momento el mundo comenzó a ser así. Un lugar en el que las relaciones de poder capitalistas y patriarcales hizo que el éxito, el dinero y el sexo movieran el mundo. No sé cómo aún hay chicos jóvenes que viajan a países Asia o de América Latina (por ejemplo) y, después, cuentan orgullosos que se han tirado a no sé cuántas niñas a muy buen precio en sólo una semana de vacaciones. Algo dentro de nosotras y nosotros, aún, permite que las personas sean explotadas, vendidas, torturadas, violadas y no tengan un lugar por el que escapar.

Niñas que son vendidas por sus padres y son engañadas, llevadas a un lugar lejano, donde no conocen a nadie. Niñas de 10, 11, 12 años que son violadas una y otra vez, amenazadas, encerradas, sin una esperanza para huir, para cambiar, para ser libres. Para ser.

Niñas a las que sus cuerpos dejaron de ser suyos. Otros se encargaron de adueñarse de ellos, de marcar el territorio. De golpearlo cada vez que hubiera un mínimo gesto de rebeldía. Porque hay que dejar claro el orden de las cosas. El orden machista que oprime a las mujeres, a los niños y niñas, a los «débiles». El orden capitalista que trata y trafica con niños y niñas sólo para enriquecerse. Para conseguir más poder.

¿En qué momento esto empezó a ser lo normal? ¿En qué momento nuestras culturas eligieron organizar así la sociedad?

Sigo mirando por esta ventana que me da miedo. Hace ya tiempo que estoy aquí. Pero cada día que pasa tengo más ganas de saltar. No puedo seguir aquí bloqueada, mirando…

Creo que ha llegado el momento.





Las Constituyentes

6 12 2009




visibles

3 07 2009




cultura

4 04 2009

«Cuando se me planteó la exigencia de medir la cultura, vi que la cultura debía ser precisamente aquella condición que excluye una mentalidad capaz de medirla”

Theodor Adorno





en tus ojos

15 03 2009

manifestacion8marzo09

«Veis y calláis
porque no llegáis nunca a adivinar
la razón
de que el tiempo pase y todo siga igual.»





el negocio de nuestros cuerpos

9 02 2009

Las mujeres hemos sido invisibles hasta que nos hemos convertido en negocio. Se nos ha enfrascado, se nos han impuesto modelos, se nos ha vendido y se ha jugado con nosotras. Nosotras que no queremos ser lo que quieren que seamos, que sólo queremos ser nosotras. Nada más.

Y hemos sido invisibles hasta que nos han necesitado. Hemos sido invisibles, pero se nos ha juzgado. Nuestros problemas han pasado a ser negocio y sus negocios nuestros problemas. Hoy necesito, simplemente quejarme porque estoy harta, una vez más, de todo esto.

La medicina también es otro negocio. Nos manipulan desde su poder y nos atacan como los cobardes, desde arriba. Pinchad aquí y sabréis de qué hablo.

¡Todo mi apoyo Mar! Un besote.

PD. Para más información sobre el tema, os recomiendo el último número de la revista Salud y Mujer.





cuidados

18 01 2009

jugarTantas cosas tengo en la cabeza que se me hace imposible centrarme. Demasiadas cosas qué hacer y pocas ganas de hacer nada. Aquí ando… perdida y buscando mi lugar. Un sitio donde esconderme. Y hoy me toca escribir sobre los cuidados, sobre el cuidado que todas las mujeres han dedicado a los demás sin recibir el cuidado de nadie que, como todas las personas, también necesitaban. El cuidado, aquello a lo que nos han enseñado desde pequeñas, y que hoy necesito yo. Porque todos somos dependientes alguna vez.

El mundo se nos hace grande y pequeño al mismo tiempo. Y así vamos todos. Buscando un trabajo, buscando motivaciones, una forma de ser feliz. Algo que haga que el lunes nos levantemos a las siete de la mañana sin pensar que es un castigo.

Pero necesitamos que alguien nos prepare el café por la mañana, que alguien nos busque al llegar a casa, que alguien esté esperándonos, sea donde sea, y nos de un abrazo. Que alguien nos cuide.

Pero… quién cuidará de nosotras… sólo nosotras mismas… tal vez unas de otras. Tal vez reconduzca mi camino.

Y este domingo en el que no puedo dejar de pensar. De ir de un lado a otro. De recordar y añorar. De querer olvidar y recordar más y más. De querer ser autosuficiente y ser cada vez más dependiente.

Se acaba de cerrar otra puerta. Y sólo estoy yo aquí. Pero mañana me tendré que volver a levantar, un lunes más, a las siete de la mañana. Y será otro día más, otra oportunidad de estar bien o de estar mal. En mi refugio que soy yo misma.

Aquí no hay nada más. Nadie más.

Foto: El espejo imposible





el otro 1 de mayo…

1 05 2008

Declaración Universal de los Derechos Humanos, 10-12-1948

Artículo 23

1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.

3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.

4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.

Artículo 24

Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.

 





a votar!

9 03 2008

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esa vice!!

1 03 2008

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Ayer fui la «Mulla’t Party«, un acto organizado por Jóvenes Socialistas en el que pude ver a la Vice, esa pequeña gran mujer con un par de ovarios como dios manda. Había que ir a apoyar a Mar y a los jóvenes que defienden la alegría entre birritas gratis y música. La señora vicepresidenta estuvo poco rato allí, pero le dio tiempo a decir unas palabras para animar a todos los jóvenes (y no tan jóvenes…exta-sí, exta-no) que estábamos allí y hasta a pinchar música!!

Qué pena que cuando nos hicimos una foto con ella harry se quedara con las ganas de salir, a pesar de todo su empeño… tranquilo, habrá más oportunidades.